miércoles, 20 de octubre de 2010

Tecnologias que cambiaran el mundo en 20 años

Lentillas que describen lo que vemos, televisores transparentes o un váter que nos recomienda una dieta serán una realidad

 
La realidad aumentada dará toda clase de información sobre el mundo.
 
Las telecomunicaciones en la persona
 
La Realidad Aumentada será la palanca que impulse al ser humano a una sociedad repleta de conocimientos. Sin necesidad de alterar su cuerpo, solamente con una conexión a Internet, se tendrá acceso a toda la información tanto para el aprendizaje, como para el trabajo o para el ocio.
En 10 o 20 años, contaba el profesor Kaku, los cristales de las gafas o incluso unas lentillas servirán de pantallas para completar la información que el mundo real transmite. Un turista viajará a Roma y podrá ver a las legiones luchando o las viejas construcciones. Por otra parte, servirá como complemento a la información personal, ya sea para subtitular a tiempo real a personas que hablan en otra lengua o para recordar, mediante reconocimiento facial, de qué y cuándo conoces a esa persona que te está saludando y que no ubicas exactamente. Sin olvidar la enorme cantidad de usos militares, como por ejemplo para los pilotos de avión, que podrán ver efectivamente en 360º.
 
Y por encima de todo, la salud
 
La medicina reducida a las telecomunicaciones. El final de la conferencia puso la vista en un mundo en el que no hay lugar a la intimidad, ya que el ser humano está constantemente controlado por su entorno.
Desde el punto de vista médico, por ejemplo, el váter será capaz de analizar día a día la orina para recomendar una dieta, el cepillo de dientes pedirá cita en el dentista si detecta una caries, la ropa sabrá cómo está la temperatura corporal o si hay algún fallo funcional y avisará a urgencias si es necesario.
 
Comunicación sin interrupciones
 
Todo será mucho más simple dentro de unos años. Las teles serán transparentes, aunque proyecten imágenes 3D sin gafas. Es decir, una ventana. De hecho, cualquier superficie será una pantalla, algo que ya se está consiguiendo mediante varias investigaciones paralelas, una de ellas, la de Skin.
Pero irá más allá; gracias a su interacción, hablarle a la pared será como decir “espejito, espejito mágico”, y se cumplirá el deseo del usuario. El papel transformado en pantalla será tan barato como un folio actual. Se convertirá en doctor en consulta rápida, en secretaria para ver la agenda o también en reproductor de vídeo al que se le puede pedir, como decía el físico, que en lugar de Humphrey Bogart el protagonista de Casablanca sea uno mismo.
No habrá escritorio porque el hardware deja de ser necesario. Bastará con escribir en cualquier sitio y el archivo se subirá a la nube. Y entonces, como si supiese a quién pertenece, seguirá a su propietario “a cualquier sitio y en cualquier momento. Es comunicación sin interrupciones”. Y tampoco es ciencia ficción porque ya existe, por ejemplo, en los laboratorios de Microsoft.

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